Andrew McCabe, segundo al mando en el FBI, abandonará su puesto después de meses de ataques por parte de Donald Trump. La semana pasada se supo que el director del buró, Chris Wray, advirtió a su jefe, el Fiscal General Jeff Sessions, que iba a renunciar si seguía presionándolo para que despidiera a McCabe. Sessions, preocupado por caer de la gracia del presidente, habría buscado darle a Trump la cabeza de McCabe.

Desde el año pasado Trump ha atacado en repetidas ocasiones a McCabe, acusándolo en Twitter de no ser imparcial. El argumento del presidente es que la esposa de McCabe recibió una fuerte donación por parte de un aliado de Hillary Clinton en 2015, cuando buscaba un escaño en el Senado de Virginia.

La relación ha sido complicada desde el principio. McCabe quedó como director interino del FBI cuando Trump despidió a James B. Comey en mayo del año pasado. De acuerdo con un reporte del New York Times, en su primera reunión con el presidente, Trump le habría preguntado al entonces director interino por quién había votado en la elección presidencial. McCabe se habría negado a responder, sólo para recibir reproches de Trump por los presuntos nexos de su esposa -una demócrata-con su rival Hillary Clinton.

Hoy fue anunciado que McCabe entraría en "permiso terminal". Es decir, seguirá en la nómina del buró hasta marzo, cuando podrá jubilarse de manera oficial.

"¿Cómo puede el subdirector del FBI Andrew McCabe, el hombre que, junto con el filtrador James Comey, estuvo a cargo de la falsa investigación de Hillary Clinton (incluyendo los 33,000 correos electrónicos que borró ilegalmente) recibir $700,000 para la campaña de su esposa por parte de títeres de Clinton durante la investigación?", cuestionó Trump hace unas semanas.

Tras la noticia de su retiro anticipado, varios demócratas salieron en defensa de McCabe. El ex Fiscal General de Barack Obama, Eric Holder, lanzó un tuit condenando los ataques que ha sufrido recientemente el FBI y el Departamento de Justicia.

El subdirector del FBI Andrew McCabe es, y siempre ha sido, un servidor público dedicado que ha servido bien a este país. Ataques falsos contra el FBI y el Departamento de Justicia para distraer la atención de una investigación criminal legitima causan un daño a largo plazo, e innecesario, a estos cimientos de nuestro gobierno.

Apenas esta mañana se sugería que el nuevo objetivo de Trump y sus aliados en el Congreso sería deshacerse del segundo de a bordo en el Departamento de Justicia, el vice fiscal general Rod Rosenstein, encargado de la investigación del Russiagate y a quien, de acuerdo con reportes, Trump habría considerado despedir el verano pasado. Finalmente el presidente decidió que despediría mejor a Robert Mueller, investigador especial del asunto, sin embargo, el abogado de la Casa Blanca se negó a cumplir la orden y amenazó con renunciar si el presidente lo hacía.